[FACEBOOK]     

2003-11-28

Puerto Rico, Isla del Encanto

Son de Cuba A Puerto Rico. Pablo Milanés.

Intro: (Em-A7-D-G7-C- F#7-B7)

Cuando se alzó mi bandera/la tuya lo haría igual y fue esa vez la primera
que juntos quisimos volar/más tarde una voz amada, gritó con mucha razón
Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas/
Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas/
Puerto - Rico, ala que cayó al mar, que no pudo volar,
yo te invito a mi pueblo y buscamos juntos el mismo cielo.

Cuando nosotros los latinos intentamos echar un párrafo acerca del Caribe y de la Salsa, es inevitable pensar de repente en Cuba sin viajar, llevado simplemente por la corriente afro caribeña, hasta la espectacular Isla de Puerto Rico.
De nuevo aquí estamos viajeros empedernidos y sedientos de nuevas aventuras, esta vez nada más y nada menos que en Puerto Rico, Isla del Encanto.

Hablar de Puerto Rico sin referenciar aunque sea el espacio de unas líneas su historia sería grave pecado.

Solamente con caminar en su hermosa Capital, San Juan, que denominaría como una ciudad española con caricias caribeñas, ó si uno prefiere una Cuba moderna, se puede palpar a través de los monumentos la historia que sufrió la Isla, situada en un punto estratégico del Mar Caribe, tanto para los Piratas del siglo X como para los conquistadores que les sobrevinieron.
Y su historia más reciente va desde el descubrimiento por Cristóbal Colón en 1493 a partir de lo cual Puerto Rico se convirtió rápidamente en el enclave militar español más importante del caribe.
Los españoles que llegaban sin mujeres a la Isla del Encanto se mezclaban alegremente con las indias para dar lugar al descendente que hoy en día persiste, el Boricua.
Debido a continuas sublevaciones y ataques externos, España concedió finalmente su autonomía a los isleños, aunque pocos meses después se produjo la invasión por el ya hambriento Ejercito Americano. En 1898 terminaría la guerra Hispanoamericana.

Resultado, hoy en día Puerto Rico vive marcado por el sello americano aunque conserva su propio compás, denominándose Estado Libre Asociado con los Estados Unidos.

La primera noche nos adentramos en el lugar más movido de San Juan, para de paso cenar un buen pescado chillo, mofongo y un pastel de papaya. Y cosa inevitable Melanie nos propuso de seguida un pintch, whisky local, aunque Ferran no se atrevió a desmelenarse desde tan temprano. 'Queréis una?', ‘no gracias, le contestó mi buen amigo con una mirada maliciosa, busco algo más fuerte esta noche!’. Por mi parte la respuesta fue afirmativa, el encanto de San Juan ya se había apoderado de mi. ‘Si, repliqué, 'Usted está loco' añadió Ferran, 'No, no estoy loco, lo estuve una vez cuando estuve enamorado'.
Melanie se reía y al mismo tiempo, a 50 metros de nosotros, el espectáculo de salsa era digno de ver. Una salsa mucho más vacilona que pueda ser la cubana, esto para interesados.

En fin, como el clima no nos pudo acompañar debido a tormentas que dejaron a medio país inundado, optamos por visitar unas cuevas de estalactitas para seguir con el observatorio más grande del mundo, el mismo desde donde filmaron la película Contact.

Lo más impresionante sin duda además de la ciudad de San Juan fue la visita al castillo el Moro desde dónde se produjeron la mayoría de las batallas.
San Juan? Ambiente muy caluroso, pasando de lugares auténticos de salsa hasta discotecas como las que todos conocemos.

Y como no, los Boricuas (la gente de San Juan) y los Jíbaros (la gente de fuera de la Capital) igual de acogedores que en el resto de toda la zona del Caribe.

Fue un simple fin de semana en la Isla del Encanto.
Miguel Habana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario