"Hijo de campesino, quiero vivir y morir para demostrar que en mi categoría también existen hombres de talento y con energía. Durante veintinueve años fui cartero rural. El trabajo fue mi gloria y el honor mi única felicidad; ahora quiero presentarles mi extraña historia. Donde el sueño se convirtió, cuarenta años después, en realidad."
Ferdinand Cheval, 15 de marzo 1905.
Así de emocionante presentaba Ferdinand Cheval, un cartero rural del siglo XIX, su obra maestra. Todo un palacio construido por el mismo, piedra a piedra, piedras que recogía de sus viajes por la zona, a la hora de repartir cartas.
La obra de Ferdinand quedó anclada en la historia e incluso fue objeto varias veces de comparación con las obras de Gaudí.
Y la obra de Ferdinand esconde miles de caras distintas.
La Fachada Norte por ejemplo muestra la Cueva del Pelicano, la Cueva del Ciervo, la Cueva de la Cierva y del Ciervatillo, el Fenix, la Cueva de las Piedras, ...
Del Lado Oeste podemos observar una galería de esculturas en los tiempos primitivos, un templo hindú, un chalé suizo, la casa blanca, la casa cuadrada de Alger, un castillo de la edad media, la entrada de un palacio imaginario, una galería "donde el sueño se convierte en realidad".
La Fachada Este nos muestra columnas berberiscas, el nicho de la caretilla, la tumba druida, los 3 gigantes (Cesar, Vercingetorix, Arquimedes), y la torre de Berberia, un nicho de golondrinas, un nicho de lavanderas, el estanque y la primera cascada adosada a la fuente de la vida, la cueva de Saint Amédée, la fuente de la sabiduría, la tumba egipcia,, una tumba romana antigua, una entrada al templo de la naturaleza, un mirador, la esfera de la vida.
Sin duda alguna, un trozo de la historia de la Vida reside en este palacio.
De longitud 26 m, anchura 14 m, y altura de 10 m, necesitó 3500 sacos de cal para un espacio de 1000 m2 de albañería. Todo eso en 10000 días de dura labor!
