Si, lo sé, ya fueron semanas, es más, largos lapsos de tiempo durante los cuales no he podido compartir con vosotros mis viajes, la mayoría de ellos por América Central. Mi tinta os solicita el perdón, si bien el corazón de artista nunca se ha ido, alguna vez la inspiración no se ha sentido con el valor suficiente como para describiros con la pretendida justicia y transparencia los momentos, paisajes y personajes que he seguido descubriendo durante mi peregrinaje por México y Costa Rica.
Por todo ello mi mano tiembla anónimamente al pensar que estas líneas aquí disipadas en este innovador pergamino, no reflejen como se merece este inédito paseo que aquí os relato.
De Du Guesclin a Marion de Faouet en La Guerre de Cent Ans!
Esta prestigiosa guerra de cien años, que más bien fueron 116 (1337-1453) debe su origen a la eterna ambición del hombre, siempre más fuerte con su vecino cercano, de querer gobernar, reinar, disponer y tutelar todo aquello que parezca alcanzable e inalcanzable a través de sus quimeras. Así vivieron los franceses e ingleses durante tantos años, separados únicamente por un fragmento de mar, inútil barrera para tal desidia.
La Guerra de Cien Años ensalza el valor de Juana de Arco, aquella Doncella de Orleans que con 20 años de edad fue capaz de liberar Orleans del poder británico, y alguna que otra ciudad francesa. Pero no se trata hoy de recordar tan digna mujer, más bien de introduciros a Bertrand Du Guesclin, el mayor de los diez hijos de la familia de Juana de Malemains y Roberto Duguesclín, quien sería uno de los caballeros más influyentes de la guerra de Sucesión Bretona (1341-1364). Una guerra más aunada a la gran guerra de Cien Años. En aquel entonces, este caballero que, en acorde a lo que se espera de tal distinción no había sido muy privilegiado, “Yo soy muy feo, decía, para ganarme el afecto de las mujeres; pero en cambio sé hacerme temer de mis enemigos”, fue de alguna manera un revolucionario que con pocos hombres, fue socavando al regimentó inglés sito en Bretaña y Normandía. Como dice la historia, “con veinte hombres sostuvo batalla contra 2.000 ó 3.000 ingleses”. Uno de sus lugares de preferencia para descansar sigue intacto en el Mont Saint Michel donde la historia nos muestra su morada original, aún con muebles de entonces. Ahí vivió el Sr Du Guesclin que en 1367, dirigiría en persona, ya una vez su personaje reconocido por toda la corte francesa, la famosa batalla de La Rochelle (1372).
Si quiero desde aquí exponer toda esta admiración hacia ese caballero que tanto me hizo soñar durante mi francesa infancia, la Guerra de Cien Años dio , además de Ivanhoe, Merlín el encantador y otros más, un personaje poco conocido pero a quien la historia le debe mucho, la revolucionaria Marion de Faouet. Conocida como la Robín Hood Bretona, es de las pocas mujeres que llegó a tener hasta 80 hombres a su mando, para despojar a los ricos y proteger a los pobres. Para los amantes de la historia y de los valientes, os dejo libres de investigar autorías de su vida, todo lo que pueda escribir aquí solamente sería fragmento de la realidad. Me despido, Marion, simplemente aplaudiendo tu existencia de justiciera que se inició con apenas 23 años, la cual finalizaría pocos años más tarde, con una ejecución de horca en vía pública, aunque por ello nunca entregarías los nombres de tus compañeros de lucha.
Miguel habana.
PD: os invito a conocer esta guerra, sin duda alguna os requerirá un par de horas de vuestro percioso tiempo pero merece la pena.. La Guerra de los Cien Años. http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_de_los_cien_a%C3%B1os
